martes, 25 de diciembre de 2007

10 años.

El pasado 15 de diciembre cumplí 10 años de haber llegado a Veljim, empresa donde a la fecha trabajo en forma esporádica. Mi primer encuentra con esta empresa fue como prestador de servicio social, recuerdo como comenzó, era un viernes 12 de diciembre y me encontraba ahí para una entrevista para ocupar el puesto de asistente se finanzas, en el que inicie el siguiente lunes 15. Esa semana fue un desastre mi trabajo, ya que toda la papelería estaba patas para arriba y tenia que ser entregada unos días después al despacho contable. Pero lo bueno fue el siguiente sábado que se hizo la fiesta de fin de año, hay fue donde conocí a todo el personal tanto de ventas como a otros prestadores de servicio social que estaban en el turno de la mañana; esa vez casi me saco el premio de la rifa, que era un arcon navideño, y digo casi porque ya me lo había ganado pero cuando revisaron los boletos, parece que faltaban algunos nombres al realizar el sorteo, por lo que este se volvió a repetir. El servicio social lo realice dos veces, ya que fue el mió y uno mas para un amigo que trabajaba, el cual me lo pago mas o menos bien, pero con la beca que daba la empresa me fue suficiente para terminar la escuela y sacar para mi graduación.

Terminando el servicio me contrataron para cubrir la vacante de encargado de almacén con lo que aprendí a manejar personal y ha defenderme de los vendedores que si no los sabes tratar te pueden acabar. Posteriormente pase a ser responsable de finanzas, me Salí y regrese un año después para ocupar el puesto de encargado administrativo que a la fecha ostento. Después de varias veces de entrar y salir de la empresa he conocido a mucha gente de varios niveles, tanto vendedores, almacenistas, licenciados en todas las áreas y algunos clientes. Algunos de mis mejores amigos los conocí hay (y que algunos fueron también prestadores de servicio social), como a Eduardo, Alfredo, Alejandra, Isma, elvia, Iris y Xochitl, etc. Estas ultimas dos chicas fueron amores imposibles y a la fecha espero seamos todavía amigos. Y digo que espero porque no he sabido nada de ellas en cuando menos un año. (Chispas, ya tiene una década que conozco a Xochitl)

En fin han pasado muchas cosas en diez años, a la vez siento que he perdido mucho ya que no he realizado ninguno de mis planes, pero por otro lado muchas de las experiencias que he vivido me ha hecho crecer. Y la verdad es que si estos planes no se han cumplido ha sido por mi culpa en mayor parte, por mi mediocridad de no haberme salido a buen tiempo de esta empresa y por dejar que mis emociones me llevaran a una depresión de varios años, pero eso ya no tiene remedio.

El día que se cumplia el aniversario se celebro la fiesta de fin de año en la oficina y me toco organizarla, esperaba que fuera algo inolvidable pero la verdad fue un completo desastre. Ya teníamos todo planeado y mi jefe se metió a quererlo coordinar, se retrazo todo y al final me echo la culpa de las fallas. Que remedio, nada es lo que uno quisiera. A veces envidio a esos chicos que salen de la escuela y se quieren comer el mundo, veo en ellos tanta fuerza, optimismo y voluntad que yo ya perdí. Supongo que ese es el precio de obtener experiencia, la vida deja de ser simple con la edad. Es tonto. pero como añoro los años de la escuela, cuando iniciaba… ese servicio social.

martes, 11 de diciembre de 2007

¿Todo será igual?

Hace una semana recibí la llamada de mi amiga Elvia la cual hace meses que no veo, ha pesar de que deseaba platicar con ella no pude contestar en ese momento por problemas en el trabajo. Ya mas noche trate de comunicarme pero no contesto y le mande un mensaje.

Al otro día, a eso de las 8 de la noche por fin me pude comunicar con Elvia y, como buenos amigos que somos empezamos a platicar sin ton ni son, lo clásico ya saben: ¿Cómo has estado? ¿Ha quien has visto? ¿Qué tal el trabajo? ¿A quien has visto? etc., hasta que en una de esas hice la pregunta crucial ¿ya tienes novio? Y la cosa cambio… todo cambio, la forma de hablar, el tono de voz, y supongo que si hubiera estado frente a ella. Habría visto una chica totalmente sonrojada y acalorada. Y es cuando me entere que tenían varios meses saliendo, que hay una empatía y complementariedad total, que estaba súper emocionada y que le dedica la mayoría de su tiempo libre.

Todo eso es normal a mi forma de ver; la novedad, el instinto, pero sobre todo la soledad hace que te aferres a una persona. Esta opinión cambio de súbito cuando me dijo que el mensaje que había enviado el día anterior lo recibió su novio, ya que intercambian sus celulares. Lo primero que pensé fue” ¿Qué clase de babosada es esa? ¿Qué persona en su sano juicio le intercambia su celular con su novio?” y entre mas escuchaba mas me desconcertaba hasta el momento de enterarme que seguramente para enero se casan o cuando menos vivirían juntos. Y remato la llamada diciendo que “como amigos las cosas seguirían igual ya que sin importar las cosas, antes, durante y después de él seremos amigos y me mandaba un abrazo porque los besos estaban prohibidos”

Una falacia similar la había escuchado de niño, y de boca de mi madre sobre como había dejado de ver a sus amigos al casarse. Y por el mismo estilo he visto casarse amigos y desaparecer de la escena por problemas con la pareja, los hijos en camino y el trabajo. Cuando llega la pareja que nos hace ver estrellitas: la familia, la escuela y los amigos desaparecen para dedicarle todo el tiempo a la pareja. No me lo tomen a mal, estoy contento de que Elvia sea feliz; solo que no puedo digerir el echo de que en tres meses todo sea diferente, duele perder a mi mejor amiga y saber que nada volverá a ser igual, y mi consuelo tonto es saber que: "lo único constante en este mundo es el cambio" ¿No?

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Uno de tantos sábados.

Después de los problemas en la oficina el sábado de hace dos semanas se me ocurrió ir a caminar al centro, comenzando por el zócalo me fui caminando hacia pino Suárez y aquí di la vuelta hacia la merced y conforme voy avanzando encuentro una aquí, otra haya, otro grupo del otro lado de la calle y poco a poco voy olvidándome de los problemas al ver prostituta, puestos de ropa y películas pornográficas. Mis pasos me llevaron al callejón de Santo tomas, estuve unos momentos viendo la mercancía y me retire para seguir caminando.

Involuntariamente voy cambiando mis angustias, desamor y frustración por la idea de acostarme con una ¡prostituta o no, es igual! solo me hace falta tocar una mujer, estar con ella en la intimidad. Y no se porque viene a mi mente Nicolás, un almacenista de 33 años que me asignaron en mi primer trabajo, el se acababa de divorciar y me preguntaba: “si no tenia una amiga que quisiera tener sexo con el”. Entonces no lo comprendía, no sentía esa urgencia de estar con una mujer, supongo que la masturbación me era suficiente o será que apenas había conocido una o dos. Después de una semana de estar fastidiando con su necesidad de una mujer, Nico llego al trabajo muy feliz, relajado, sin ganas de trabajar como era su costumbre, pero feliz. Y me platico que se había acostado con una amiga que se encontró en el camión. Sinceramente me pareció tonto, ¿de verdad no puede estar sin sexo una temporada? ¿Es realmente algo indispensable?

Casi son las siete de la noche y después de vagar sin rumbo, tomo una decisión: “voy a cogerme una prostituta”. Comienzo a caminar por circunvalación buscando una a mi gusto, pero todas son muy grandes de edad. Regreso sobre mis pasos al callejón de santo tomas… no porque sean muy bonitas, sino porque son jóvenes y amables, además que ya en otras ocasiones he estado ahí y me es familiar. Escojo a la morena delgada y pasamos a los cubiles; negocio media hora, nos desnudamos y me deja acariciarla a voluntad, me acomoda un condón y comienza con un francés para pasar a la penetración en varias posiciones. La verdad es que aproveche al máximo mi media hora.

De regreso a casa, como era de esperarse estoy muy relajado; mis problemas han perdido importancia, el trabajo me vale queso y esa chica de la creí estar enamorado… ya no me parece tan especial. La verdad es que mi percepción del sexo ha cambiado con la edad, el sexo es sexo y no tiene nada que ver con el amor, pero la falta de sexo puede disfrazarse de enamoramiento. Así que puedo vivir sin amor, pero no puedo vivir sin sexo, aunque sea esporádico (porque sale caro). Ahora si entiendo a Nicolás…