lunes, 7 de julio de 2008

Una húmeda vida.

Voy llegando del trabajo, empapado como para hacer un charco en mi cuarto mientras me cambio la ropa. Después de haber estado casi una hora resistiéndome en una tienda a dos cuadras de la casa, caí en la cuenta que de llevamos diez días con mañanas muy soleadas, al medio día se nubla y por la tarde llueve que parece que se cae el cielo. El sábado pasado el agua no paro hasta las 2 de la mañana, entonces ¿Qué caso tiene resistirse un rato si podría no parar el agua? Así que busque una canción adecuada para la ocasión, subí el volumen al reproductor de MP3 y me eche a correr por la calle encharcada. Llegando a la esquina me encontré con un obstáculo, la calle estaba inundada y tuve que pasar por la orilla sobre una jardinera (y me paso lo que polo polo, me tope con la Ramona) en fin.

Lo cierto es que últimamente Tlaloc se ha ensañado con nosotros, no se si desea que nuevamente el valle de México sea un lago o solo se esta desquitando por el exceso de contaminación que esta provocando el calentamiento global. Todos seguro se van por la segunda opción, pero por carambola la primera se esta cumpliendo, todos los problemas que tenemos por el anticuado drenaje provoca que por unas horas algunas calles de la ciudad sean mas fáciles de pasar nadando que ha pie, ayer me contaba mi madre que en el cruce de dos avenidas (López Mateos y Cuarta Av. En Neza) el agua le llegaba a la cintura a los peatones ¡brrrr! Pero como dicen ¡Aquí nos toco vivir! Pero no se de que me espanto, seguro medio México esta del mismo modo: bajo el agua.

Aun así, me cambio, me pongo la chamarra de esquimal y salgo a mojar de nuevo ya que hace falta llenar el tambo ¿Y que es el tambo dirán? Pues es eso, una tambo que llenamos con el agua de lluvia que cae en el techo y recolectamos con cubetas del tuvo de desagüe. Esta nos sirve para el escusado y a veces para lavar el patio. En fin, un resfriado más, todo sea por cuidar el agua.

O_O